Page 125 - PRIMEROS AUXILIOS AVANZADOS
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Mientras mantiene la presión, asegure los apósitos con sus dedos mientras enrolla en forma de figura de ocho un vendaje auto
adherente. Esto elimina el problema de tratar de fijar una cinta adhesiva en el vendaje con sangre.
Coloque al paciente de medio lado, con su cuerpo inclinado, en posición boca abajo.
Tratar el shock.
Si sus intentos por controlar el sangrado fallan, su último recurso es colocar sus dedos enguantados en la herida con la intención
de comprimir los extremos de los vasos. Esto es un procedimiento muy difícil
que tiene pocas probabilidades de éxito.
La hemorragia interna puede variar de poca importancia a una que pueda amenazar la vida. Un simple moretón es un ejemplo
de hemorragia interna menor. Tal pérdida de sangre no es de gran importancia. De interés para el APAA son aquellos casos de
hemorragia interna que producen una pérdida de sangre que podrían desencadenar un shock, un fallo cardíaco y pulmonar y
eventualmente la muerte. Algunos casos de hemorragia interna son tan severos que el paciente muere en cuestión de
segundos. Otros casos severos de hemorragia interna toman minutos u horas antes de provocar la muerte.
Aún cuando la hemorragia interna no sea profusa, no tomará mucho tiempo en que ocurran reacciones serias en el cuerpo. El
más importante de estos es el shock, el cual será cubierto más tarde en este capítulo.
Detectando una Hemorragia Interna
Una hemorragia interna puede ser causada de muchas formas. Puede ser causada por heridas que son lo suficientemente
profundas como para cortar los vasos sanguíneos o los vasos dentro de los órganos, como una herida profunda en el pecho o
abdomen que puede cortar los vasos sanguíneos, motivando que la sangre fluya libremente en dicha cavidad corporal. Este tipo
de heridas es más fácil de imaginar a una que corte un vaso en un músculo o hueso, provocando que la sangre fluya libremente
por entre los tejidos.