Page 113 - PRIMEROS AUXILIOS AVANZADOS
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Evaluando la hemorragia externa
De los tres tipos de hemorragias externas, la hemorragia arterial es la más seria. La pérdida de sangre es muy rápida. La
presión en la arteria y el espesor de las paredes arteriales generan problemas para detener el flujo de sangre. No es posible que
se realice la coagulación por la presión y rapidez del flujo. Algunas veces al final de una arteria totalmente cortada se producirá
colapso y sellará el flujo. Más frecuentemente, este colapso no es completo y la hemorragia persiste. Debido a que las arterias
están localizadas profundamente dentro de las estructuras del cuerpo, los sangrados capilar y venoso son más comunes que los
arteriales.
La hemorragia venosa puede variar de leve a muy severa, llegando a la muerte en pocos minutos. Algunas venas se localizan
cerca de la superficie del cuerpo. Muchas de éstas, son lo suficientemente
grandes para verse a través de la piel.
pueden ser tan grandes como las arterias. La hemorragia de una vena profunda producirá una rápida pérdida de sangre. La
hemorragia de una vena superficial puede ser profusa, pero la pérdida de sangre no es tan rápida como la vista en las arterias y
venas profundas. Las venas tienen la tendencia a colapsarse tan pronto como son cortadas. Esto reduce a menudo la severidad
de la hemorragia venosa.
Un problema adicional que se ve en las hemorragias venosas que no está asociado con la hemorragia arterial, es que las
burbujas de aire pueden ser succionadas dentro de las venas abiertas y ser llevadas al corazón y esto puede causar un paro
cardíaco. Los problemas mayores son las grandes venas del cuello.
Muchos individuos experimentan una pequeña dificultad con la hemorragia capilar. El flujo sanguíneo es lento y la coagulación
generalmente ocurre de 6 a 8 minutos.
Mientras más grande sea al área de la herida, es más probable una infección. La hemorragia capilar requiere cuidados para
detener el flujo sanguíneo y reducir la contaminación.