Page 87 - Manejo defensivo para automovilistas parte 1
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• El cristalino provoca la refracción del rayo de luz para que vaya
a parar a la retina (en un ojo normal).
• La capacidad de refracción del cristalino puede modificarse
con los músculos y fibras que se contraen y relajan.
• La retina cubre gran parte del extremo posterior del ojo y
contiene células que transforman los rayos de luz en señales
eléctricas, que a través del nervio óptico son transmitidas al
cerebro, donde se percibe la imagen.
En las partes externas de la visión periférica, la agudeza o nitidez
visual es menos del 0,1%, incluso en personas con visión normal.
Si se quiere ilustrar esto con la ayuda del dibujo anterior, el
círculo corresponde a la zona en que se tiene la mejor agudeza
visual. Con esto presente, será más fácil comprender la
importancia que adquiere en el tránsito el localizar correctamente
la mirada.
Pero lo principal es el efecto de compenetración entre la visión
directa y la visión periférica. Se descubren las cosas con la visión
periférica y se reconocen con la visión directa.
Por ejemplo, si descubre algo en el ángulo derecho del ojo,
mueve la cabeza y los ojos y lo reconoce. Aunque no se vea con
gran nitidez con la visión periférica, es fundamental que se vea
algo. Normalmente se tiene un campo visual de algo más de
180º. Una significativa reducción de éste puede ocasionar serias
dificultades en la capacidad de orientación. Los conductores con
experiencia aprovechan su visión periférica más que quienes son
inexpertos y a la vez que tienen una técnica de localización más
sistemática.
En cambio, los conductores inexpertos casi siempre ven lo que
se encuentra cerca del vehículo y concentran su mirada en
objetos fijos.