Page 127 - Manejo defensivo para automovilistas parte 1
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• La coordinación psicomotriz empeora y la movilidad del
conductor se altera. Los músculos se relajan ocasionando
movimientos más lentos y menos precisos. Existe la tendencia de
hacer movimientos de forma automática, sin pensar, lo que
puede derivar en maniobras realizadas sin pensar y no
necesariamente adecuadas a la situación del tránsito. Por
ejemplo, atravesar un cruce semaforizado sin asegurarse de
tener luz verde.
• Pueden presentarse microsueños, que son períodos de
algunos segundos en que el conductor, sin darse cuenta, se
queda ligeramente dormido y totalmente ajeno a lo que ocurre a
su alrededor. Normalmente el conductor no tiene conciencia de
haberse dormido, ni siquiera cuando despierta; los microsueños
pasan absolutamente desapercibidos.
Numerosos accidentes se producen a consecuencia de
microsueños.
• La percepción del entorno se altera. Con sueño la visión se
vuelve borrosa, resulta más difícil enfocar la vista y puede
aparecer una fatiga ocular. Es más fácil sufrir un
deslumbramiento cuando otro vehículo lleva luces altas cuando
se tiene sueño.
• Se producen cambios en el comportamiento. Con sueño un
conductor puede ponerse inquieto o puede volverse más hostil
con los demás usuarios de la vía. Es posible aceptar un mayor
nivel de riesgo, como por ejemplo aumentar la velocidad, en
especial cuando se está más cerca del destino y se está ansioso
por llegar.
El cansancio puede presentarse por distintas razones.
Tratándose de la conducción de un vehículo, la causa más
corriente es quizás una combinación de esfuerzo físico y
monotonía. Conducir durante largo rato exige cierto trabajo
muscular.