Page 90 - PRIMEROS AUXILIOS AVANZADOS
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Para medir la frecuencia del pulso radial, debe:
Usar los tres dedos del medio de su mano. Esto le permitirá mantenerse fijo sobre el sitio y juzgar la cantidad de presión
necesaria. No use el pulgar, ya tiene su propio pulso y por lo tanto puede estar midiendo éste y no el del paciente.
Ponga las yemas de los dedos en el lado palmar de la mano justo sobre el pliegue entre la mano y la muñeca, Deslice sus dedos
hacia el lado del dedo gordo (lado lateral). Manteniendo la yema del dedo medio sobre el pliegue, entre la muñeca y la mano se
asegura que las otras yemas se encuentran en el lugar deseado.
Aplique una presión moderada para sentir el pulso. Si el pulso es débil, va a tener que aplicar más presión. La presión excesiva
puede causar problemas del flujo sanguíneo. El mantener los tres dedos en contacto con la mano y la muñeca del paciente le va
a permitir corregir la presión que aplica.
Una vez que sienta el pulso, determine si es rápido, lento o normal.
Cuente el número de pulsaciones en treinta segundos.
Mientras cuenta, determine el ritmo y la fuerza.
Multiplique su cuenta por dos para determinar el pulso radial expresado como “tantas veces por minuto”, por ejemplo 70 veces
por minuto.
NOTA: Si siente un pulso irregular en el paciente, cuente las pulsaciones por un minuto completo. Mientras determina la
frecuencia del pulso, note si los latidos son regulares, sin importarle la velocidad del pulso. Un pulso rápido y regular es muy
diferente en significado a uno rápido e irregular.
Al mismo tiempo, juzgue la fuerza del pulso. Si éste es fuerte, dando la impresión de que una ola de sangre está pasándole
debajo de las puntas de los dedos, entonces es un pulso fuerte. Si lo siente débil, causando que usted crea que el flujo es “delga-
do”, entonces el pulso es débil.