Page 92 - PRIMEROS AUXILIOS AVANZADOS
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Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos
sanguíneos, o afecte a su elasticidad, o cualquier enfermedad
cardiaca que interfiera con la función de bombeo del corazón,
afecta a la presión sanguínea. En las personas sanas la
tensión arterial normal se suele mantener dentro de un
margen determinado.
El complejo mecanismo nervioso que equilibra y coordina la
actividad del corazón y de las fibras musculares de las
arterias, controlado por los centros nerviosos cerebroespinal
y simpático, permite una amplia variación local de la tasa de
flujo sanguíneo sin alterar la tensión arterial sistémica. Para
medir la tensión arterial se tienen en cuenta dos valores: el
punto alto o máximo, en el que el corazón se contrae para
vaciar su sangre en la circulación, llamado sístole; y el punto
bajo o mínimo, en el que el corazón se relaja para llenarse
con la sangre que regresa de la circulación, llamado diástole.
La presión se mide en milímetros de mercurio (mmHg) con la
ayuda de un instrumento denominado esfigmomanómetro.
Consta de un manguito de goma inflable conectado a un
dispositivo que detecta la presión con un marcador.